El fin de los "grandes relatos"
"Mi argumento es que el proyecto moderno (de realización de la universalidad) no ha sido abandonado ni olvidado, sino destruido, «liquidado»".
Jean-Francois Lyotard, La postmodernidad (explicada a los niños).
Jean-Francois Lyotard, La postmodernidad (explicada a los niños).
Quizás el problema de la actual crisis de sentido no tenga tanto que ver con que las personas no crean en nada, como se suele afirmar, sino con el hecho de que han dejado de creer en lo que Lyotard denominó los "grandes relatos" que antaño conseguían incorporar en su seno y dar sentido a la pluralidad de intereses de un ser humano que pretendía sumar su historia personal a la historia de la humanidad. Esta fue la reflexión que me motivó hace poco la lectura de uno de esos grafitis que abundan en los muros cercanos a las autopistas y que decía algo así como "Sin Dios la verdad no existe. Todo vale".
Grafitis como este ponen de manifiesto aquella "nostalgia del absoluto" de la que hablaba George Steiner: el hombre actual siente como una pérdida de sentido el vacío que ha dejado el espacio anteriormente ocupado por la religión, y que ha tratado de llenar con otros discursos legitimadores de sentido, como el materialismo histórico de Marx o el psicoanálisis de Freud: "Esos grandes movimientos, esos grandes gestos de la imaginación que en Occidente han tratado de sustituir a la religión, y al cristianismo en particular, son muy semejantes a las iglesias, muy semejantes a la teología que pretender reemplazar. Quizá podríamos decir que en toda gran batalla uno empieza a hacerse semejante a su oponente".

Uno de esos "metarrelatos" fundacionales de la Modernidad occidental fue el de la Ilustración, que defendía la idea de progreso gracias al dominio de la ciencia y la técnica sobre la naturaleza. Por su parte, el marxismo predicó la idea de la emancipación de la humanidad respecto a las relaciones sociales de dominio. El marxismo original y todas sus versiones posteriores hicieron suyo el relato de emancipación de la relación de dominio que sufría el proletariado por parte de la burguesía. En mayor o menor medida, todos los marxistas creían que la extinción de la lucha de clases implicaría el advenimiento de una futura sociedad más igualitaria -Bloch la denominaba "la patria"-, identificada por la mayoría de ellos como el socialismo. Incluso la idea cristiana de la salvación de los seres humanos por medio de la conversión de las almas podría considerarse también un "metarrelato" moderno en contraposición con el clasicismo antiguo, que basa su legitimidad en un acto fundacional recogido en el mito.
Estos "grandes relatos" buscan su legitimidad en un futuro prometedor -el paraíso cristiano, la "patria" blochiana o el socialismo- que todavía está por llegar, y permiten orientar nuestras conductas hacia una Idea a realizar, bien sea de libertad, de emancipación o de socialismo. Al mismo tiempo, dicha Idea se configura como un proyecto con valor universal, compartido por todos los seres humanos.
En su libro, Lyotard afirma que esta manera de legitimación ha llegado a su fin en la actualidad, la etapa postmoderna, en la que los "grandes relatos" han perdido su credibilidad debido a que ninguno de ellos ha conseguido cumplir lo que prometía. Lo cual no quiere decir que se haya abandonado la propia idea de legitimidad, que es lo que muchas personas asocian a la crisis actual de sentido, sino que esa legitimidad ya no puede residir en los "metarrelatos" que tienen como sujeto a la humanidad.
Los posmodernos (1 de 2)
Los posmodernos (2 de 2)
Filosofía Aquí y Ahora II (Segunda Temporada) 13- Los Posmodernos
El siguiente texto es una transcripción literal lo expuesto oralmente por J.P Feinmann el programa de T.V "Filosofía Aquí y ahora", Segunda Temporada.
El siguiente texto es una transcripción literal lo expuesto oralmente por J.P Feinmann el programa de T.V "Filosofía Aquí y ahora", Segunda Temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario